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Airocide: La importancia de eliminar los COV´s para la salud de las personas


Existe mucha información pública sobre la contaminación del aire por partículas y sus efectos sobre la salud humana, que sin duda es muy importante. Sin embargo, existe poca información respecto de la presencia y efectos en la salud de los llamados COV´s (Compuestos Orgánicos Volátiles). Los COV son compuestos que contienen el elemento carbono (C), que fácilmente se convierten en gases. Una vez que se convierten en gas, se concentran en el aire y se convierten en un peligro relevante para la salud humana. Hay muchos productos químicos que coinciden con este perfil, y la EPA (Environmental Protection Agency), los ha asociado con efectos ciertos en la salud a corto y largo plazo. Los COV son emitidos por una larga lista de bienes de consumo que son utilizados normalmente por las personas. Por ejemplo, el formaldehído (un COV común y cancerígeno) existirá como un gas a cualquier temperatura por encima de los dos grados Fahrenheit negativos. El problema es que la fuente de COV son generalmente plásticos (de muebles), epoxis (de alfombras) y productos de madera (muebles y productos de oficina). Los VOC viajan en el aire de forma independiente y también se convierten en parte de la matriz que impacta en la calidad del aire que respiramos aun en lugares cerrados, ya que hasta los sistemas de aire acondicionado toman aire fresco del exterior, contaminado con COV.

Sistemas de Purificación de Aire VOC

La presencia de los COV en el aire es un problema complejo de resolver. No es como el polvo o algunas bacterias presentes en el aire, que pueden capturarse simplemente reemplazando los filtros en los equipos de aire en los intervalos recomendados. Los filtros no pueden atrapar los gases COV. Lo que se requiere es un purificador de aire de COV, que mediante reacciones químicas efectivas y limpias sea capaz de eliminar los COV en el aire. La técnica mayormente utilizada para eliminar los COV se llama Oxidación, proceso mediante el cual los electrones (la carga negativa en un átomo) se eliminan de un compuesto hasta que se destruye o se convierte en algo inocuo.

Este proceso se puede realizar de varias maneras. Probablemente el método más común de oxidación es mediante la utilización de generadores de Ozono (O3), que posee grana capacidad de oxidación. Usualmente los generadores de ozono se promocionan como purificadores de aire VOC en todo el mundo. Sin embargo, el Ozono tiene un gran problema ya que no discrimina, es decir, reaccionará con cualquier cosa que se interponga en su camino, no solo con los COV. Esto pone en riesgo la salud de las personas (tejido pulmonar), las instalaciones y los productos orgánicos. La EPA ha identificado el ozono como particularmente peligroso para respirar y establece estrictos límites en los niveles de concentración y exposición de las personas a este agente oxidante que deben ser continuamente medidos y controlados. Por esta razón, el estado de California USA prohibió el uso de generadores de ozono dondequiera haya personas presentes. Otro medio común para los purificadores de aire VOC es mediante el uso de filtros de carbón o carbón activado que atraen químicamente los COV y los atrapan. El problema es que no tienen mucha superficie de captura y se saturarán rápidamente requiriendo el cambio frecuente de los filtros de carbón, lo que consume mucho tiempo y es costoso. Una nueva tecnología en el mercado llamada PECO (Pressure Exhaled CO2), se basa en un catalizador inserto en una matriz de filtro HEPA que se activa mediante luces LED en el exterior del filtro. El problema es que el polvo y la contaminación de partículas más grandes se acumularan dentro del filtro y comenzarán a cubrir el catalizador perdiendo su efectividad y requiriendo cambiar el filtro periódicamente lo que consume tiempo y es costoso. Además, las luces LED no pueden ser reemplazadas y su duración máxima no supera los dos años, limitando la vida útil del purificador.

La tecnología PCO (Photo Catalitic Oxidation), utilizada por los equipos Airocide fue descubierta por dos investigadores japoneses y posteriormente utilizada por la NASA para controlar las emisiones de VOC a bordo de la Estación Espacial Internacional.

La tecnología PCO de Airocide utiliza pequeños tubos de vidrio (catalizadores), cuya superficie está cubierta con una solución patentada de Dioxido de Titano (TiO2), que no se degrada ni requiere cambios o limpieza. Este catalizador se activa con luz UV de alta intensidad de 254 nanómetros, emitiendo un electrón de 3.2 Volts desde su superficie, formando radical hidroxilo (-OH), por la partición de las moléculas de agua. Este radical libre removerá electrones de los COV y de otras partículas orgánicas (basadas en el carbono) en el aire, como las bacterias, hongos, virus y olores, que finalmente las destruirá. De hecho, la investigación publicada confirma que la tecnología PCO ha demostrado ser muy efectiva para eliminar todas las partículas orgánicas del aire. Es un proceso químico complejo, pero el resultado final es un inofensivo dióxido de carbono (CO2). El aire es forzado por un ventilador para atravesar por los catalizadores, quedando expuesto a la acción del radical hidroxilo, que nunca abandona la superficie del vidrio al interior de la cámara del equipo, por lo que es completamente seguro.

De hecho, la tecnología PCO de Airocide, ha sido aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), certificando que es totalmente inocuo para las personas e instalaciones. El único mantenimiento anual es el reemplazo de las lámparas UV que activan el dióxido de titanio, que es una tarea simple y de bajo costo. La seguridad de la PCO combinada con su eficacia duradera y bajo mantenimiento lo convierten en una opción efectiva y limpia para la purificacion del aire.

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