La calidad del aire en el lugar de trabajo es esencial para sentirnos confortables en un puesto de trabajo. Sobre ella pueden influir varios factores, principalmente de origen químico y/o biológico, jugando un papel importantísimo la ventilación y equipos acondicionadores del aire. El factor ambiente térmico también puede influir en la calidad del aire. Por ejemplo, un aumento de la temperatura puede favorecer la volatilidad de ciertos compuestos químicos o la proliferación de determinados mohos, bacterias y virus.
El sistema de aire acondicionado, que debe tener un mantenimiento y desinfección frecuente, usualmente dispone de filtros de una eficiencia del 25-30%, es decir atrapa partículas de 3 a 10µm (polvo, hongos), dejando pasar libremente otros contaminantes como bacterias y virus de tamaño menor, incrementando la posibilidad de que las personas sufran contagios de enfermedades infecciosas en el ambiente de trabajo. Es muy común que el depósito del agua y los ductos de aire de las instalaciones de climatización estén contaminados por bacterias u hongos, contaminando todo el ambiente, generando problemas de salud en las personas.
Entre los contaminantes más comunes del aire se cuentan los Componentes Volátiles Orgánicos (VOC´s) y los biológicos, tales como Bacterias, Virus, Toxinas y Hongos.
Los contaminantes VOC´s más comunes son el Formaldehído, utilizado en la formulación de plásticos y resinas usadas como aislantes térmicos y barnices que puede ocasionar irritación en las vías respiratorias y alergias y está considerado como una sustancia sospechosa de inducir procesos cancerígenos. Además, se deben considerar los Disolventes presentes en los elementos de decoración de madera y caucho, los agentes sellantes, colas, barnices, y materiales textiles. También se debe considerar el gas Ozono (O3), generado por luces UV, fotocopiadoras que es dañino para la salud de las personas e instalaciones.
Los contaminantes biológicos se clasifican básicamente como agentes infecciosos, antígenos y toxinas. Los primeros son microorganismos presentes en el aire que transmiten enfermedades infecciosas con mayor facilidad en los ambientes cerrados, tales como gripe, influenza, sarampión, viruela, tuberculosis y algunos resfriados comunes que sobreviven durante su paso a través del sistema de ventilación. Otras enfermedades contagiosas son la legionelosis y otras neumonías bacterianas, así como la mayor parte de las enfermedades debidas a hongos. La legionella, por ejemplo, sobrevive y se multiplica en equipos de refrigeración, humidificadores, cabezales de ducha, en basura y agua en general, los que actúan como reservorios y multiplicadores para los microorganismos.
Por otro lado, las toxinas microbianas presentes en el aire en un ambiente interior están constituidas por endotoxinas bacterianas y micotoxinas (procedentes de los hongos). Se conocen también casos de contaminación de edificios por hongos toxígenos y se han descrito síntomas agudos como resultado de la exposición a las micotoxinas en interiores. La Tabla indica algunos contaminantes biológicos característicos, así como las enfermedades de mayor incidencia que producen a través del aire en lugares cerrados.
La tecnología Airocide, desarrollada por la NASA, permite en forma limpia y continua, sin generar Ozono ni usar químicos, purificar y sanitizar el aire, asegurando la eliminación del 99,998% de VOC´s y la destrucción del 99,99% de patógenos como bacterias, virus, hongos e incluso los malos olores de ambiente. Airocide ha sido instalado en muchas oficinas en el mundo, con resultados exitosos y clientes muy satisfechos que han mejorado la calidad del aire y reducido el ausentismo por enfermedades de sus colaboradores.
Referencias:
NTP 243: Ambientes Cerrado. Calidad del Aire – Ministerio Trabajo. España